Desde el año 1999 que nuestra institución cuenta con un espacio e intercambio muy importante y valioso como lo es el Encuentro de Adolescentes del Icuf. Si hacemos memoria, veremos que durante varios años las Icufiadas habían dejado de hacerse y no existía otra actividad para chicos del Kinder que abarcara a todas las instituciones por igual. Por suerte resultó exitosa e innovadora: un nuevo formato, distinto del anterior, ya no tan deportivo sino más bien político-social, de convivencia y conocimiento. Año tras año hemos logrado reproducir la actividad, afianzando las relaciones laborales y personales, construyendo amistades e instaurando la modalidad de un encuentro anual.
Diez años después, nos encontramos en vistas del Décimo Encuentro de Adolescentes del Icuf. No todos los que hoy nos encontramos organizándolo, fuimos participantes de aquellas actividades. Esta situación nos demuestra, por un lado, que ha habido un recambio de docentes y que muchos adolescentes llegados a jóvenes se han ido de las instituciones. Por otro lado, podemos ver que ha habido lugar para aquellos que decidimos seguir perteneciendo y estando presentes en nuestros clubes.
En la mayoría de los casos, la actividad que nos unifica a los jóvenes es el Kinder. Cada club tiene su propia historia: grupos de maestros formados por otros maestros que se han ido, por directores, escuelita de líderes, etc. Más allá de esto, lo que realmente nos vincula a las instituciones es la experiencia y el sentimiento de pertenencia. La experiencia porque existe en parte, una devolución a la formación recibida cuando fuimos chicos, y en parte, por la puesta en práctica de nuestra ideología. El sentimiento de pertenencia varía de forma personal, pero hace que todos decidamos un sábado estar en el Kinder y no en otro lugar.
La estructura de Kinder, más allá del trabajo docente y el sábado cotidiano, materializa una política de vida: la elección de educar a través del juego, de incentivar en niños y adolescentes un pensamiento crítico que les permita transformar su entorno y que les genere la capacidad de manejar los valores de solidaridad, respeto y cooperación en otros grupos humanos. Eso es formación. Quienes hemos elegido este lugar para militar entendemos que la participación dentro del Kinder como parte de un equipo docente ya no alcanza, y que nuestro activismo debe encontrar otra estructura superior. Es por esto que, ante esta necesidad de ampliarnos, proponemos regenerar la Juventud Icufista. Para esto es indispensable encontrarnos.
En el 2006, en el Encuentro de Montevideo, hemos tenido un espacio para docentes en el cuál hicimos una actividad con varios disparadores acerca de la problemática de la Juventud en el Icuf. Esto posibilitó que en el 2007, durante el Encuentro de Adolescentes en Zumerland, existiese una estructura paralela en la que funcionaron, a modo de taller, actividades lúdicas y de expresión artística; hubo espacios de capacitación y de debates teórico-prácticos que quedaron inconclusos por la magnitud de los temas abordados. En el 2008, lamentablemente no nos dieron los tiempos de organización.
Es imprescindible que este año logremos juntarnos todos a pensar lo que será el principio de una nueva etapa de la Juventud Icufista. Debemos apropiarnos de los espacios que tenemos para atraer a aquellos jóvenes que deseen participar y pertenecer. Debemos recuperar las instituciones como espacios de activismo y como entes generadores de cultura. Todos los clubes, de todas las provincias y de Uruguay son NUESTROS, y debemos ayudarnos entre todos para inundarlos de gente. Es necesario que hagamos oír nuestras quejas y que tengamos la posibilidad real de realizar proyectos. Debemos definir cuáles son nuestras metas y cuáles son nuestros objetivos dentro de las instituciones. Debemos proyectar a futuro y pensar que somos nosotros la próxima generación dirigente del Icuf.
Los jóvenes de hoy nos movemos en un mundo tenaz y azotador por donde se mire. Es difícil realizarse, todo cuesta el doble, y nos corre cada vez más el tiempo, porque hoy en día lo primordial es la “excelencia” y lograr ser “competitivo”. Las fuerzas del mercado laboral logran que uno no valga como persona, sino como pieza del engranaje, y hacia eso vamos, a convertirnos en zombies vacíos de cultura, de ideología, metidos dentro de una burbuja imposible de pinchar. Piezas que encajan justo y que sirven mientras no se oxiden. Por supuesto, están los que se quedan afuera, los excluidos, que “no tienen vuelta atrás”: a los 18 años están condenados de por vida a quedarse en el margen. Contra estas situaciones, contra el capitalismo salvaje y devastador, debemos encontrar un clarito de luz. Esa debe ser nuestra militancia.
Además, vale aclarar, que el Encuentro está pensado para todo joven interesado en participar, perteneciente a la institución o que haya pasado por ella, se encuentre activando o no, practique un deporte o sea maestro de kinder. La única condición es que debe ser mayor de 17 años (estar fuera de la estructura de Kinder).
Este espacio que está por nacer es nuestro y todos tenemos la misma voz y voto. Participemos.
Abrazos
Maira Visacovsky
CCI IL Peretz de Lanús
maixeneise@hotmail.com